En una entrevista exclusiva con Dos de Mayo Noticias, Ulises Ferreira compartió una historia conmovedora que vivió este martes 23 de septiembre en el acceso a Dos de Mayo, sobre la avenida José Da Rosa. Su testimonio, en primera persona, revela un acto de humanidad que conmovió a toda la comunidad.
Eran las 13:45 horas cuando Ulises se dirigía a su trabajo. Al pasar por la zona del pinar, observó a una joven mujer descalza, parada en medio de la vereda, haciendo señas desesperadas a los vehículos que pasaban. Al acercarse, notó que sus prendas estaban manchadas de sangre. “¿Qué te pasó?”, le preguntó. La respuesta lo sorprendió: la chica le dijo si la podía ayudar porque acababa de tener a su bebé.
Conmovido, Ulises quiso saber dónde estaba la criatura. La mujer señaló hacia el pinar, y allí, a unos diez metros, entre hojas secas y bichitos, yacía la recién nacida —que había nacido minutos antes— aún con el cordón umbilical y la placenta, en un charco de sangre ya seco. La bebé lloraba, y Ulises no dudó: se quitó el abrigo, la envolvió con cuidado y pidió a la madre que levantara la placenta. Aunque ella se mostró impresionada, él la tranquilizó y juntos improvisaron una forma de proteger a la pequeña.
La joven, de unos 20 años, se identificó como Dayana. Ulises le contó que había vivido una experiencia similar con su esposa, quien también tuvo complicaciones durante el parto en casa. “Gracias a Dios, mi bebé está bien”, le dijo, con la emoción aún viva.
Ulises junto a su familiaLa urgencia por conseguir ayuda lo llevó a buscar personas que pudieran colaborar. Detuvo a una mujer en camioneta, quien se comprometió a avisar a la policía. También intentó detener una ambulancia privada, que lamentablemente no se detuvo. Finalmente, tras varios intentos, una patrulla policial llegó al lugar y brindó asistencia.
Durante la espera, Ulises y Dayana compartieron palabras, gestos de contención y humanidad. “Uno en ese momento no piensa nada más que en hacer lo que se tiene que hacer”, expresó luego Ulises, agradecido de que todo haya salido bien.
Ulises se dirigió hacia la zona de Bromatología mientras buscaba una manera de alertar a alguien que pudiera asistir a la madre y a la bebé. En ese trayecto, divisó una patrullera que se dirigía hacia donde estaba la joven, la cual llegó pocos minutos después y brindó asistencia inmediata.
La bebé fue atendida y se encuentra en buen estado. El gesto de Ulises, espontáneo y valiente, se convirtió en un símbolo de solidaridad y empatía en nuestra comunidad.
“Quiero destacar que mucha gente se solidarizó con esta persona que estuvo en esta situación. La solidaridad se contagia y eso no hay que perderlo, porque a cualquiera le puede pasar. A mí también me tocó recibir ayuda en momentos difíciles con mi familia y mi bebé, y esta fue una forma de devolver un poquito de lo que alguna vez hicieron por mí. Si bien no estuve en el momento del parto, me tocó rescatar a esta criatura de ahí, y yo siempre lo hago gracias a Dios porque es algo que tengo dentro mío. Lo que quiero remarcar es que la solidaridad no tiene que morir”.