Hoy, 14 de junio, se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre con el objetivo de aumentar la concienciación sobre la importancia de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros para transfusiones. Este día también busca destacar la crucial contribución que efectúan los donantes voluntarios no remunerados a los sistemas nacionales de salud.
La donación de sangre es un acto solidario que puede salvar vidas. Para satisfacer la necesidad de transfusiones en tiempos de paz, emergencias o desastres, se necesitan donantes voluntarios no remunerados que donen sangre periódicamente. Además, un programa eficaz de donación de sangre caracterizado por una participación amplia y activa de la población es crucial para gestionar el acceso a la sangre y las transfusiones para quienes lo necesiten.
En este sentido, es importante que los gobiernos y las autoridades de salud nacionales proporcionen recursos suficientes para aumentar la recogida de sangre donada por voluntarios no remunerados. Asimismo, las organizaciones de donantes de sangre y otras organizaciones no gubernamentales pueden contribuir al mejoramiento y la ampliación de programas de donantes mediante el fortalecimiento de campañas nacionales y locales.
Además del beneficio para quienes reciben las transfusiones, la donación de sangre también contribuye a generar vínculos sociales y forjar una comunidad cohesionada. Un entorno social y cultural propicio y muy solidario facilita el desarrollo de un programa eficaz de donación de sangre.