Por baja calidad del correntino, se está trayendo tomate desde Mendoza y su valor va de $7.000 a $10.000 la caja. La “repollada” pasó de $1.000 a $4.500 en doce meses. El huevo sigue subiendo. Lo que conviene comprar: zapallito y pepino.
El rubro de las frutas y las verduras tiene oscilaciones en el precio que pueden ser estacionales, causadas por el clima o por factores de competencia como suele ocurrir cuando Brasil compra la totalidad de alguna producción argentina y deja al mercado casi sin stock. Y ocurre que a veces esas causas se combinan y actúan dos o tres juntas.
La inflación permanente que registra el país, con la pérdida de referencia en muchos valores, también es un grave problema que afecta las cotizaciones.
Por estos días, de acuerdo a un relevamiento de los precios del Mercado Central de Posadas, la papa, la lechuga repollada y el tomate presentan un aumento del precio que alcanza 300% en comparación con el quinto mes del año 2022, una cifra que multiplica tres veces la inflación y que respondería también a otros factores.
Al respecto de esto, el empresario del rubro Fabián Florentín explicó ayer que “revisando los precios del año pasado me sorprendió en los porcentajes: hoy una de las cosas que más subió es el tomate, que sale entre $7.500 a $10.000 la caja, depende si es redondo o perita”.
“Al mismo día del año pasado hay un incremento de 250% a 300% en el mismo producto”, señaló en declaraciones.
Florentín explicó también que “la lechuga repollada subió 450% el precio. El año pasado estaba mil pesos y ahora $4.500”. Y anticipó que, lamentablemente, “vamos a tener problemas con las verduras de hoja de producción misionera”. Explicó que “venía bien” pero las lluvias y el clima generó un retroceso en varios lugares y eso se empezó a sentir.
La papa, si bien sigue considerándose como uno de los productos económicos de la verdulería, también registró una suba de 300% en promedio, cotizando esta semana en $2.000 la bolsa de papa negra y $3.000 la blanca.