El sábado por la tarde, unas de 80 personas marcharon en silencio por las calles de Dos de Mayo para exigir justicia por la familia Spiecker-Coinete. Vecinos, amigos, allegados y familiares acompañaron a Abel y a su esposa desde el lugar donde ocurrió el accidente hasta el Paseo Cultural, donde la movilización culminó con un pedido unánime de justicia para Liliana, Cristian y la pequeña Letizia.
Durante el recorrido, que fue custodiado por la Policía local, los participantes caminaron en silencio. Llevaban carteles con fotos de las víctimas y mensajes que reflejaban el dolor y la impotencia que sigue presente desde aquel 22 de octubre. Frente a las escale del paseo, se detuvieron a gritar: “¡Justicia por Liliana! ¡Justicia por Cristian! ¡Justicia por Letizia!”, antes de despedirse con respeto de los padres de Cristian, en un momento cargado de emoción.
En diálogo con Dos de Mayo Noticias, Abel Spiecker compartió cómo vivió la marcha y recordó la lucha de su nieta Letizia, que sobrevivió al accidente durante semanas, enfrentando dos cirugías, meningitis y una lesión irreversible en la médula cervical. “Ella quedó prácticamente con muerte cerebral un tiempo, pero después empezó a recuperar. Escuchaba, buscaba con la vista, se asustaba con los ruidos. De a poquito iba reaccionando”, relató Abel con la voz quebrada. Sin embargo, el daño a sus pulmones fue demasiado. “El día que la sepultamos cumplía un año y cinco meses. Murió prácticamente en mis brazos”, dijo.
Spiecker también habló sobre su otro nieto, el hijo mayor de la pareja fallecida, quien no estuvo presente en la marcha para no revivir el trauma. “Tiene seis añitos. Nosotros que somos adultos no podemos con esto… imaginate él”, explicó. “Él sabe todo lo que pasó. El día que trajimos a mi nietita fallecida, le dio un besito y me dijo ‘yo soy valiente, abuelo’. Es fuerte, pero es un nene. Tiene que seguir su vida con el mayor amor posible.”
Durante la entrevista, Abel fue claro en su postura: “Nosotros queremos justicia. No puede ser que toda la culpa quede para un muchacho que iba a 50 km/h con una moto. Vamos a hacer una o veinte marchas más si hace falta”. Además, aseguró que ese día él se encontraba trabajando a pocos metros del lugar del accidente. “No escuché el impacto. Me avisaron después de casi una hora. Cuando llegué ya me dijeron que me fuera atrás de mi nieta porque estaba grave”.
El caso sigue sin esclarecerse del todo y, según Abel, hay aspectos que no terminan de cerrarle: los vínculos de la conductora con sectores políticos, las demoras en la causa y la falta de certezas sobre pruebas claves. La comunidad, por su parte, acompañó en esta nueva manifestación, reflejando un reclamo colectivo que aún no encuentra respuestas concretas.
Desde Dos de Mayo Noticias seguiremos acompañando este pedido de justicia. Para quienes tengan datos relevantes sobre el caso o quieran comunicarse con la familia, pueden hacerlo al siguiente número:
03755-660757 - Abel Spiecker