El pasado mes de agosto, las tropas rusas sufrieron 36.810 bajas entre muertos y heridos, lo que lo convirtió en el segundo mes más letal para las fuerzas de Rusia desde que comenzó la invasión a Ucrania hace dos años y medio. Estos datos fueron proporcionados por el Estado Mayor ucraniano, que estimó que desde el inicio del conflicto, Rusia ha perdido más de 616.000 soldados, incluyendo tanto heridos como fallecidos.
Desde mayo, cuando Rusia lanzó su ofensiva en la región de Kharkiv, las pérdidas mensuales superaron los 35.000 soldados, siendo mayo el mes con el mayor número de bajas registradas, con cerca de 39.000 soldados. Según expertos militares y fuentes ucranianas, esta elevada cifra de bajas está relacionada con la táctica rusa de realizar continuos ataques de infantería en Donetsk, donde las fuerzas rusas se apoyan en su superioridad numérica para intentar avanzar en el territorio.
A pesar de las elevadas cifras de bajas, analistas occidentales y funcionarios sugieren que estas pérdidas significativas no afectarán la capacidad de Rusia para reclutar nuevos soldados a corto plazo. De acuerdo con un informe de junio del New York Times, las autoridades estadounidenses calculan que Rusia aún puede reclutar entre 25.000 y 30.000 soldados cada mes, lo que indica que su capacidad de movilización sigue siendo sólida.
Por otro lado, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky confirmó la muerte de alrededor de 30.000 soldados ucranianos, aunque se cree que la cifra real podría ser mucho mayor. Además, se estima que decenas de miles de civiles ucranianos han perdido la vida, con un recuento oficial que supera los 10.000, aunque solo en Mariupol se calcula que fallecieron al menos 22.000 personas.
El pasado sábado, las fuerzas rusas sufrieron la pérdida de 1.350 soldados entre muertos y heridos en su ofensiva en la región de Donetsk, además de la destrucción de 10 tanques, 24 vehículos blindados de combate y 22 sistemas de artillería. Durante ese día, las tropas rusas realizaron 199 ataques a lo largo de la línea del frente en Ucrania, la mayor cifra registrada en la semana, y lanzaron 96 bombas aéreas guiadas, 10 misiles y 3.700 ataques de artillería contra posiciones ucranianas.
A pesar de los continuos esfuerzos rusos, Ucrania mantuvo la iniciativa en varias áreas, incluida la región de Kursk, donde la presión de la incursión ucraniana ha afectado las operaciones rusas en otros sectores de la línea del frente, según el análisis más reciente del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
Fuente: Infobae